Quería hablar ya de Pastoral americana, la primera vez que leo a Philip Roth, pese a llevar sólo ciento y pico páginas.
Poder contar algo sobre esas ciento y pico páginas que nos hablan del sueco, que retoman y añaden uno y otro aspecto de su historia, el baloncesto nunca fue así, que describen el ahora y recuerdan sin perder pie, situados siempre allá donde nos llevan, pero sin la impresión de pasado y presente sino de amalgama necesaria. Del saber como observación y observaciones de y sobre la vida, de los chicos cuando crecen y su ensimismamiento insondable. Un saber que encaja, que discurre dentro de una historia que nos suspende, para llegar a comprender mejor el enigma: una vida, la del sueco.
Casi doscientas y me debato entre la demora (sí, esa siempre amorosa) y la expectación.