Tranquilo o impasible, el americano de Greene es uno de los lados del triángulo que completan Fowler, periodista británico; y Phuong, la vietnamita frente a la que ambos demuestran no sólo su manera de poseer, sino su idea sobre el país.
La novela es un largo arrepentimiento que comienza y acaba con un señuelo policiaco, y transcurre en medio de una guerra que termina y otra que despunta.
El libro no se detiene, y a esta acción se suman diálogos vivos y escenas bien definidas, para que no cabecee quien madrugó. Pero también, o sobre todo, es ideológica, no ya por esas charlas sobre el colonialismo o la democracia, sino por el enfrentamiento entre los dos caracteres, idealista y cínico, que definirían a los protagonistas, pese a los matices.
Trama de ideas con Indochina de fondo.