Demasiada casualidad, es posible. Pero el motivo por el que me interesa la lectura de la renuncia es otro.
El secreto.
Abandonada ya a la rutinaria espera, en una vida que ella imaginó de otra forma con aquella decisión tajante como fue dejar a su marido, que le sirvió más para huir que para encontrar el amor, Kate Clephane recibe la oportunidad y recupera aquello que más echaba en falta: el contacto con su hija.
Pronto tendrá algo que ocultar.
La madre guarda un secreto (aún me faltan cien páginas, pero que lo revele o no ya da igual), un secreto que le esconde a su hija por no hacerle daño. aunque más bien es ella quien se protege tras él.
Es entonces cuando el miedo a la pérdida, contenido en aquel secreto, le conduce a otra espera. pero ya no es ella de quien depende el tiempo, sino de su hija.
Por eso no basta con tomar la vida y acelerar, también debemos acostumbrarnos a ese ritmo, tan pausado, del secreto.